martes, 4 de agosto de 2009

Vírgen de Luján.





GAUCHITA DE MI PUEBLO.
Virgen de Luján.


¡ Oh! Virgen que domesticaste a los bueyes,
en un rigoroso camino hacia tu felicidad.
Y te negaste, a estar lejos de tu amada tierra.
Desearía que vinieras con mi corazón
a enseñarme la belleza que elaboró la naturaleza,
pura de armonía.


Me gustaría que tu arca
nos acunara a todos los peregrinos
en una melodía rizada en el oro de tu sencillez.
Anhelo una amistad que nos sea
como un puente lleno de sentimientos
dibujados por la gloria.

¡Ayúdame!
Te espero sentado en la esperanza.
En mi mente sólo ilustro una ilusión.
Apareciste en un arco iris aquella emocionada tarde,
que se llenó de estrellas coquetas
tu vestido de espuma.

Sentí un abrazo angelical
construido por la felicidad.
Todos festejan por ti.
En mi alma crece una planta de alegría,
porque el humo espeso
ya no me encerrará en su laberinto

Tu santo corazón,
nos protege de los malos pecadores.
Junto a tu amado, tejes sonrisas para todos.
Estás en un reino puro de estrellas
estremecidas en un velo celeste,
que cobija a los pájaros en su vuelo.

Vestida perdidamente en la verdad
estás hecha de prudencia.
Vives en una frescura suspirada por el agua.
Si supieras lo que está pasando en la tierra
estarías encadenada en una tormenta
con truenos de tristeza.

¡Oh, adorada Virgen!
Alguna vez acabará este mundo de calaveras,
en llanuras con verde y fantasmas de cazadores.
Quiero que me des un sueño
en el que pueda vibrar el amor,
y brinquemos juntos por el mar alado.

Juan Cruz Bordoy.